Hotel Vila de Premià

Mala atención, habitación ventana rota, se puso a golpearla el recepcionista para colocarla, Exceso de minimalismo, no habia armario, ni mantas, ni cuadros.... Desayuno escaso y cutre, no habia casi nada para comer.

Hotel pésimo, nada recomendable. Un desastre en todos los sentidos: habitación no insonorizada a pie de la N-II desde la que se oyen los coches, los camiones y los trenes. Sin sensor en la ventana que, según parece, es el que regula la calefacción, bloqueada a 27 grados, pero que para nada se notan. El radiador del baño, frío como un iglú. No hay armario, solo una “burra” con dos colgadores. La cama, doble pero pequeña; el cobertor parecía roído y poco grueso. Era casi una celda monástica pero cutre. Las fotos que aparecen en la web y en tripadvisor no se corresponden con la realidad. Quizás haya una habitación como la que se muestra, pero la nuestra era un desastre. Después de quejarnos del frío y de esperar un buen rato al técnico, decidimos irnos. No podemos recuperar el dinero, aunque solo estuvimos un rato, y además esperando un técnico. Evidentemente, no lo recomiendo. Busquen otra cosa, que la encuentran mucho mejor en cualquier otra parte.

Personal muy amable pero mantenimiento deficiente en las habitaciones, tambien falta habracion accesible para personas con movilidad reducida, los baños grandes y con ducha pero no estan adaptados. Noscdieron una habitacion que no se podia abrir la ventana y nos la cambiaron.al dia siguiente a na con vistas sl mar