Usuario invitado
20 de junio de 2024
Pasamos 9 noches en este pequeño y encantador hotel familiar Villa Rafia. Teníamos el apartamento Garden 3 que era perfecto! Villa Rafia está muy bien situada en la isla, justo al lado de la gran playa de arena blanca de Côte-d'Or y no lejos de pequeñas tiendas muy prácticas para hacer compras. La parada de autobús está a tiro de piedra, justo delante de la entrada de Villa Rafia. A 5 minutos andando hay un nuevo Takeaway que abrió hace poco y que está muy, muy bueno. Sobre todo, durante nuestra estancia nos conmovió la amabilidad de la gente que trabaja aquí. Está Derna, la gerente que trabaja desde la mañana hasta la noche para asegurarse de que todo esté perfecto. Está su hijo y su nuera Justin y Virginie quienes también cooperan para que todo esté en la cima. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de Babul, que se convirtió en nuestro amigo. Es un hombre excepcional, que siempre tiene una sonrisa y siempre está dispuesto a hacer todo lo posible para servirle bien. Incluso nos adoptó un pajarito, un Foudi rojo, que vino a vernos a nuestro balcón para picotear unas migajas de la palma de nuestra mano. Lo apodamos Sunset porque tenía los magníficos colores de una puesta de sol. Lo dejamos con gran pesar, pero seguros de que esta familia y Babul se ocuparían de él después de nuestra partida y también de todos los futuros ocupantes del apartamento Garden 3. ¡Seguro que si volvemos a Praslin, será en Villa Rafia donde haremos las maletas! ¡Muchas gracias a Derna, Virginie y nuestro querido Babul por esta maravillosa estadía que tuvimos! Pasamos 9 noches en este pequeño y encantador hotel familiar Villa Rafia. Teníamos el apartamento Garden 3 que era perfecto! Villa Rafia está muy bien situada en la isla, justo al lado de la gran playa de arena blanca de Côte-d'Or y no lejos de pequeñas tiendas muy prácticas para hacer compras. La parada de autobús está a tiro de piedra, justo delante de la entrada de Villa Rafia. A 5 minutos andando hay un nuevo Takeaway que abrió hace poco y que está muy, muy bueno. Sobre todo, durante nuestra estancia nos conmovió la amabilidad de las personas que trabajaron aquí. Está Derna, la gerente que trabaja desde la mañana hasta la noche para asegurarse de que todo esté perfecto. Está su hijo y su nuera Justin y Virginie quienes también cooperan para que todo esté en la cima. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de Babul, que se convirtió en nuestro amigo. Es un hombre excepcional, que siempre tiene una sonrisa y siempre está dispuesto a hacer todo lo posible para servirle bien. Incluso nos adoptó un pajarito, un Foudi rojo, que vino a vernos a nuestro balcón para picotear unas migajas de la palma de nuestra mano. Lo apodamos Sunset porque tenía los magníficos colores de una puesta de sol. Lo dejamos con gran pesar, pero seguros de que esta familia y Babul se ocuparían de él después de nuestra partida y también de todos los futuros ocupantes del apartamento Garden 3. Es seguro que si volvemos a Praslin,
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