Usuario invitado
5 de febrero de 2023
En principio facilidad para aparcar en sus alrededores, cosa importante para una estación de esqui. Hay navetas municipales para llegar y bajar de las pistas, unos 500 metros de recorrido en desnivel. Las habitaciones, al menos las que dispusimos nosotros son demasiado justas para hacer vida en ellas confortablemente. La piscina cubierta encantadora por sus vistas pero practicable en horas de poca asistencia infantil-juvenil solamente. Sauna sobre demanda. El restaurante esta montado en la formula de todo incluido. O sea bufete amplio pero sin posibilidad de salirse de lo propuesto. Calidad correcta aunque sin ningun alarde. Vino de la casa o cerveza unica, lo tomas o lo dejas. Por realzar alguna recomendación, son sus variadas ensaladas y que habia mucho por escoger. Sistema de desayuno amplio bufete con posibilidad de llevarse unos contenedores de comida para el mediodia poco practicos para hacer esqui) y cena bufete. Personal atento y servicial. A las 22 horas se cierran todos los servicios de bar y a dormir. Los baños justos pero correctos.