Usuario invitado
27 de septiembre de 2022
Algunos puntos necesitan mejorarse, pero en general ¡me encantó la posada! Desayuno: lo pides y hacen tapioca y pan a la parrilla. Son sólo dos horas, de 7 a 9. Pero la ciudad y las actividades empiezan temprano, así que no hace mucha necesidad. Recepción: súper dispuesta y amigable. Piscina: no está climatizada, pero no es necesaria y a los niños les encantó. Habitaciones: aire acondicionado súper bueno, habitación grande, camas cómodas, solo con sábanas y almohadas, una para cada una. Si pides más, pagas por cada uno. Y las toallas se cambian cada 2 días. Lejos del polo gastronómico y de las playas, pero es súper fácil conducir y parar, solo volvimos a dormir y tomar un café.
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