Usuario invitado
29 de agosto de 2023
Estructura que, imagino, data de los años 70 teniendo en cuenta la elección de colores de las paredes, cortinas y colchas. Con los gustos actuales, el contexto es bastante pesado. Cama con colchón de látex, demasiado blanda y, por tanto, poco cómoda en mi opinión. Dos tercios de las lámparas de la habitación estaban quemadas (en la recepción comentaron que no se pueden cambiar en agosto debido a que el personal está de vacaciones). Un auténtico desayuno socialista, en una sala muy grande con la barra vacía: dos pasteles envasados, croissants no comestibles, zumos aguados, capuchino con regusto a cebada. Pernoctación a 94,00 € en habitación doble. ¡Doloroso!
Texto originalTraducción facilitada por Google