Usuario invitado
31 de enero de 2023
Mi madre reservó este alojamiento improvisadamente para nuestro último día en la Toscana y cumplió con nuestras expectativas. **NOTA**Para aquellos que vayan por primera vez en temporada de verano y quieran ir a la Villa en taxi (como fue nuestro caso) recomendamos que no esperen a última hora para reservar un conductor que les lleve a la villa. Nosotras tuvimos suerte, pero en general no suelen tener disponibilidad en esas fechas. Desde que llegamos el personal no pudo ser más amable y atento. Siempre disponibles para cualquier cosa que pudiéramos necesitar sin perder la sonrisa y el buen humor, algo que se agradece mucho y hace que te sientas como en casa. Nos hicieron un tour por toda la villa y nos contaron historias sobre aquel lugar. Nos dieron una habitación en la villa principal situada en el último piso, con vistas al jardín del restaurante y a una parte de las colinas. Todo en la habitación y el cuarto de baño estaba correcto. Destacamos la localización excepcional, la belleza de las zonas exteriores y las impresionantes vistas desde la terraza principal, con sus cómodos sofás en los que puedes sentarte a tomar una copa de vino y disfrutar del paisaje y las puestas de sol. El ambiente siempre fue tranquilo y silencioso. El restaurante, también con buenas vistas y luz agradable. La calidad de la comida y la bebida nos pareció excelente (bravo por los chefs). Sin embargo, y como única sugerencia, las cantidades podrían ser un poco más generosas. Por la noche disfrutamos de la terraza tomando un limoncello y el personal nos ofreció una manta por si teníamos frío. No se puede pedir mucho más para una estancia con encanto en la Toscana. ¡Gracias a todos por vuestra hospitalidad! Sin duda, volveremos.