nicoletaa713
10 de septiembre de 2023
Este alojamiento no era nuestro tipo, en absoluto. Pero estaba muy limpio, cerca del casco antiguo de la ciudad y el personal era agradable. Para ser honestos, nos sentimos como si hubiéramos viajado en el tiempo. Los muebles, el papel pintado, los colores oscuros, todo era de la era comunista. Realmente tiene un ambiente de museo. Incluso tienen aire acondicionado antiguo, botón de pánico en la pared de la bañera, teléfono sobre el inodoro y una especie de afeitadora. La ropa de cama y las toallas también parecen ser de esa época. El restaurante, una vez más, es vintage con manteles viejos pero relucientes. Tiene alrededor de 5 o 6 opciones para el desayuno (cosas normales: tortilla o huevos escalfados o sándwich o cereales, etc.) También hay 2 o 3 estacionamientos por los que se paga una tarifa diaria. La conclusión es que tiene una excelente ubicación, un precio justo, pero hay demasiados recuerdos de la era comunista.
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