Usuario invitado
4 de mayo de 2024
Es un hotel antiguo, con lo justo, bastante dejado porque habría detalles que podrían solucionarse de manera sencilla. Debe haber habitaciones reformadas, pero la que nos tocó era antiquísima, con sofá cama antiguo de colchón finísimo, con chinotes (se podrían tomar la molestia de poner una funda) la habitación tenía una puerta que daba a la nada, cabeceros de madera de antaño, el baño era propio de las casas antiguas y descuidado. Lo bonito, la terraza y sus vistas. Creo que si se diese un lavado de cara, ganaría mucho más, son habitaciones grandes pero hace tiempo que no veía algo así. Teníamos todo incluido, pero la única diferente con otros regímenes era que podíamos tomar café, zumos o agua de un máquina expendedora cuando quisiéramos o beber un copa de bebidas que ni conocíamos, y cerveza, tinto o algún cóctel de grifo. La comida, muy rica, el buffet pequeñito pero con comida muy variada y bien aprovechada, nos sorprendió. Personal bastante simpático y atento. Los horarios un poco limitados, para comer y cenar te dejaban muy poco tiempo si querías comer a un horario normal para nosotros. La animación, no había, vino una mujer con un teclado que en vez de animar nos estaba durmiendo. La zona de las piscinas muy guay, pero tendrían que arreglar esas hamacas que estaban todas rotas (había unas nuevas pero no debían dejar utilizarlas, estaban apiladas al fondo). La zona de la azotea muy muy dejada para lo bonito que lo podrían tener y las vistas con las que cuenta, cómo cambiaría con unas plantitas colgadas y algún detalle sencillo. Por lo general, no podríamos pedir mucho más por el precio, pero sí mejoras que no son muy costosas. Está muy cerca de toda la zona turística, a pie de playa y tienes un acceso por la parte de atrás que te hace el camino mucho más corto.