Relaxia Beverly Park

Nos alojamos en las Suites, que es un anexo en primera línea de playa, un fin de semana y fue todo perfecto. La atención excelente y la habitación grande y con todo lujo de detalles. El servicio de comida es en el hotel principal, y tenía mucha variedad. El personal es muy amable y atento y nos hicieron sentir muy cómodos en todo momento.

Ya habíamos estado en este hotel en 2003 y 2004. El paso del tiempo, lógicamente, lo ha deteriorado. Pero en las plantas 6ª y 7ª, al menos las habitaciones dobles denominadas superiores, con vistas al mar, sí que han sido renovadas en lo más imprescindible (suelo de tarima, canapés y colchones en las camas, alicatados, sanitarios y grifería del baño nuevos...) Esta vez estuvimos en una de éstas y, aunque los muebles sigan siendo viejos, la limpieza es excelente y la estancia se nos hizo muy agradable. Porque, además, las zonas comunes (comedor, salón bar, jardines, piscinas...) se mantienen perfectamente cuidadas. Hay 3 piscinas, una de ellas climatizada, y dos jacuzzis exteriores. En general en el hotel se está muy bien. El bufet es abundante y la comida bastante bien preparada. Llevábamos todo incluido y ni en el comedor ni en el bar de la piscina escatimaban en las bebidas (marcas blancas, naturalmente), salvo un pequeño detalle que deberían corregir, porque queda un poco feo: el agua embotellada no está incluida (aunque puedes llevar una botella y coger agua fresca en las máquinas, tanto en el comedor como en el bar). Puede dar la impresión de tacañería, pero en cambio te permiten sacar alimentos del comedor (o, al menos, hacen la vista gorda). Había mucha gente que salía con 4 ó 5 plátanos en la mano, sin esconderse, pese a estar teóricamente prohibido. En general el personal es muy amable y considerado. Por poner una pega, la animación nocturna está demasiado enfocada hacia extranjeros, aunque todas las noches hay algún espectáculo (cantantes, malabaristas, burlesque...) Pero, sin duda, lo más destacable del hotel es la ubicación. Casi en primera línea de playa (saliendo por la puerta del jardín cruzas una calle y estás en la playa del Veril, estupenda para bañarse y tomar el sol). Si quieres pasear, hacia el norte tienes el paseo marítimo hasta El balcón de San Agustín, pasando por la playa de Las Burras, y hacia el sur el paseo que bordea las playas del Veril hasta Playa del Inglés. A pie puedes llegar bien también hasta el Yumbo, corazón del ocio nocturno, y hasta la zona norte de las dunas. Y a menos de 100 m. del hotel hay paradas de bus desde las que puedes desplazarte a Las Palmas, al faro de Maspalomas, a Mogán... (con frecuencias bastante seguidas). Si alquilas vehículo, desde el hotel sales prácticamente directo a la circunvalación y a la autopista. En resumen, una ubicación estratégica. Así pues, en general y con las premisas antes detalladas, puede resultar un hotel bastante recomendable pese a tener sólo 3 estrellas.

El trato del personal es bueno, son amables ,sobretodo en el restaurante. Trabajan como hormiguitas, y atentos si tienes alergias o intolerancias...están preparados. Tienen propuestas adecuadas para los turistas que reciben en mayoría , familias y personas mayores, así que no encuentras actividades para gente más joven. Tiene oficina de turismo para actividades acuáticas. Muy cerca hay discotecas también para mayores. Si decides venir es en familia. Problemas...las camas dobles...son incómodas. Limpieza muy bien, aparcamiento fuera del hotel relativamente fácil.

Las camas y almohadas muy cómodas. La limpieza aceptable. La habitación muy descuidadq, muebles muy viejos y medio rotos, ventanas descuadradas, no cierran. El todo incluido un timo, ni frutos secos, ni patatas fritas. Café de maquina automática, la mitad de los días rota. Agua de una máquina, el hielo a cuentagotas