Pousada Bicho Preguiça

Excelente ubicación cerca del centro y de la playa del amor. Es una posada pensada para disfrutar la naturaleza que forma parte de sus instalaciones y destaca por la cordialidad de su personal, siempre dispuesto a procurar el confort y disfrute del huésped. Si bien está cerca del inicio del centro comercial de Pipa, es silenciosa y de ambiente tranquilo. A dos cuadras calle abajo tienen supermercado, farmacias, comercios puesto que inicia la avenida principal de Pipa. El desayuno es variado y delicioso, elogiando especialmente las tortas y las tapiocas. Cuenta con variedad de panes, opciones saladas (huevos revueltos, salchichas, etc), infusiones, jugos, fiambres ( jamon y queso), frutas, yogurth, granolas, etc. pero adicionalmente se puede pedir a cocina tapiocas, "romeo y julieta" (queso y dulce de guayaba) o huevos fritos . La posada está siempre limpia y con aroma agradable. Los espacios comunes piscina, zona de desayuno, recepcion, parque son aseados varias veces en el día y los baños de uso común están siempre impecables. Se nota la atención que todo el personal le dedica a las instalaciones. Los cuartos son confortables, en especial aquellos que dan a la piscina. Nosotros estuvimos en un concertado ( dos cuartos y baño compartido) cerca de la pileta pero interno, y nos encontramos a gusto. El baño era grande, el agua de ducha tiene excelente temperatura y presión, aún si uno se ducha cuando la mayoria de los huespedes lo están haciendo. Las camas son cómodas para el descanso. La zona de pileta es preciosa y está disponible casi todo el día, el agua de la piscina siempre limpia. Los señores que atienden el bar de piscina son eficientes y muy serviciales. Para ellos nuestra felicitacion por haber logrado la temperatura del agua para mate que no es facil y por las deliciosas hamburguesas que nos comimos! Un agradecimiento especial para Aurelio y la joven futura mama de la recepción que se ocuparon de solucionar un inconveniente menor durante nuestra estadia ( cambio de cuarto por desperfecto imprevisto del aire acondicionado), nos asesoraron en paseos, y procuraron que nuestra estadía fuera confortable. También al personal de cocina por sus deliciosas tortas y tapiocas. Como sugerencia: mejorar las almohadas para un mejor descanso y renovar toallas y ropa de cama que si bien están siempre limpias, se les nota el desgaste por uso. En resumen, es una posada a la que seguramente volveremos si vistamos Pipa otra vez.