Alicia Oni
26 de agosto de 2024
Hotel en una casa tradicional, muy bonito, muy amables. Hablan muy poquito inglés pero el chico se apaña muy bien con un traductor y se hace entender perfectamente.
Nada más llegar nos ofreció un upgrade gratuito con lavandería gratis, así que nos vino genial.
Le dimos la ropa a las 12 y pico al salir a ver la ciudad y cuando volvimos a las 18 nos dijo que ya estaba y que se estaba secando al fondo, lo malo fue que se puso a llover a las 19 y fuimos corriendo a recogerla, no estaba todo seco pero lo colgamos como pudimos en la habitación.
El baño genial, agua caliente, presión suficiente y gel y champú.
Te dan botellitas de agua frescas y tienen una nevera por si quieres comprar más a precios bastante buenos.
La ubicación en pleno centro, pero super tranquilo, excelente. Los taxis te dejan en la puerta sur, pero al irnos nos acompañaron desde el hotel en dos motillos, para que no tuviéramos que ir andando. Si lo pides seguro que van a buscarte al llegar.
La cama es un kang, es más duro que un colchón normal, tenedlo en cuenta. Eso sí, caben al menos 5 personas.
El wifi funciona bastante mal.