Usuario invitado
9 de agosto de 2024
Taxi al hotel: 180 euros. Al llegar, me dijeron que mi habitación estaba al otro lado de la calle; no una cualquiera, sino una concurrida, ventosa y peligrosa. Expresé mi preocupación y «Rita», la encantadora recepcionista, me encontró una habitación dentro del hotel. Había reservado alojamiento con desayuno. La comida era normal: cereales, beicon, pan, embutidos (dos tipos) y queso (uno). Lamentablemente, no había fruta. El menú era a la carta, que no cambiaba. El chef preparó algunos entrantes de cortesía. El hotel estaba muy limpio y las toallas se cambiaban con regularidad. El personal era encantador y educado, y todos se sentían como en casa. Una piscina exterior muy agradable, aunque pequeña. El uso del spa y los tratamientos tienen un suplemento de 30 euros.
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