Usuario invitado
16 de abril de 2024
Este hotel no es lo que parece. Es más como el Airbnb de un mochilero. No dispone de lobby propio para realizar el check-in. La señalización es inexistente. La entrada a las habitaciones (que son pocas) pasa por un concurrido restaurante, encima de la cocina. El check-in solo se puede encontrar a unas puertas de la calle, en un vestíbulo diferente de un hotel pequeño. Una vez que encuentre el lugar adecuado para registrarse, el personal de servicio fue amable y cooperativo. En el lado positivo, la habitación es bastante buena, el aire acondicionado y la ducha funcionan (no hay cabina de ducha, solo agua directa al piso del baño, lo cual es común en Tailandia). Desde el punto de vista funcional y económico, tiene una muy buena relación calidad-precio. Sólo necesitas ser consciente de en qué te estás metiendo. La ubicación justo en la calle principal y la playa es genial.
Texto originalTraducción facilitada por Google