Usuario invitado
25 de julio de 2022
Las fotografías no corresponden con la realidad de este hotel que califico de deficiente por su: falta de limpieza y orden; por su anticuado estado; por su desayuno pobre y sin nada caliente y por su restaurante caro y malo; por su personal poco atento con la excepción de una chica que hablaba español y que atendía en la terraza superior. Únicamente merecen la pena las vistas y el baño, ya que está ubicado en la orilla del lago de Orta. En la cubierta una terraza tipo rooftop, también con buenas vistas, pero en la que te acribillan los mosquitos. En esta terraza, abierta al público general, realizan fiestas hasta bien tarde, sin importarles las molestias a los clientes alojados. En nuestro caso tuvimos música muy alta hasta las 23:30h (gracias a nuestra protesta, porque pretendían seguir hasta no sabemos qué hora). Como anécdota, adjunto foto de uno de los platos de la vajilla totalmente arañado (después de cambiarlo por otro mucho peor) y como justificación nos dijeron que era una vajilla vintage.