Usuario invitado
8 de julio de 2023
Hotel sin grandes pretensiones pero al menos cómodo y limpio, y bien situado. Las habitaciones son amplias aunque con poco encanto. Lo mejor es la terraza del hotel, con vistas preciosas a las montañas y a Petra. La cena es un buffet bastante bueno, con comida jordana casera y alguna opción internacional; desayuno también abundante. A destacar la amabilidad y buen trato de Roberto, el camarero.