Usuario invitado
4 de diciembre de 2024
Los espacios del hotel así como las habitaciones disponen de una decoración austera pero con un gusto exquisito. El desayuno acorde con la categoría del hotel aunque no así la coordinación de los servicios de spa y de restaurante. Nos regalaron un pack con alojamiento, un tratamiento en el spa y una cena en el restaurante del hotel. Al finalizar el tratamiento manifestamos que no concordaba con lo que nos habían expuesto y si habían modificado el mismo. Cuando estabamos en el ascensor, una señorita nos ofreció una copa de cava así como permanecer en otra zona privada del spa el tiempo que estimáramos. Algo no andaba bien... Pero la sorpresa mayor fué cuando nos dispusimos a ir a cenar y el maitre nos pregunta que si tenemos reserva!. Que no es posible cenar aunque solo había comensales en cuatro mesas, las mismas que estuvieron ocupadas el resto de velada. Le manifestamos que al reservar el hotel comunicamos el pack de regalo y de mala gana nos ofreció una mesa en el fondo del salón y nos entregó la carta. A los cinco minutos nos quedamos perplejos, el caballero,sin mediar palabra, nos coge la carta de las manos, nos entrega un menú y se va sin decir nada. A buen entendedor pocas palabras bastan, suerte que nos dió por reir. A pesar de lo expuesto la estancia fué muy agradable.