Usuario invitado
4 de noviembre de 2022
reservé una habitación individual para un día para disfrutar del spa, y la habitación parecía un armario de lo pequeña que era, cama muy estrecha (dormía en una cama así cuando era pequeña), eso sí: bonita vista a la piscina y montaña. menos mal que me quejé en recepción y me cambiaron a una doble de un tamaño normal, también con bonita vista a la piscina y montaña. tienen una piscina exterior y otra interior con chorros de agua, pero solo funcionan 2 chorros (una cascada y un chorro para ser exactos), los demás botones solo para decorar. un jacuzzi con agua calentita y agradable. tienen una buena sauna y 2 baños turcos pequeños, pero solo encienden uno, y por la tarde se llenó de gente y ya no tuve la oportunidad para entrar. invité a un amigo a la sauna y me desactivaron la llave de mi habitación para que yo fuera a pedirla en recepción y así comunicarme de que me van a cobrar el pase diario 20€ de la sauna del amigo. está claro que están para ganar dinero, cortesía la justa. lo peor fue en el desayuno. moscas paseando por la comida, con toda la tranquilidad del mundo, sobretodo encima de las frutas. muy poca variedad, el buffet es pequeño para no darte cuenta de estas moscas. adonde mira el personal? o es que eso es normal en un hotel de 4 estrellas? lo he visto en los mercadillos y kebaps, pero no en los hoteles. cogí 3 trozos de melón de lo más abajo (donde sería más difícil para las moscas), y tuve que escupirlo en una servilleta: estaba podrido, aunque aparentaba bien. por supuesto no estaba cortado del mismo día, y parece que ni del anterior, o no sé en qué condiciones lo conservan. el pan, queso, bacon, verduras estaban bien (a excepción de las moscas volando y paseando por encima), y como se acercaba última hora del servicio, los huevos fritos que me dieron ya estaban secos por abajo: en cuanto se hacen el cocinero los mantiene un rato en la plancha para que estén calentitos, y se ven bien por arriba, pero están totalmente secos, no para mojar el pan. yo soy entrenadora deportiva y llevo años sin desayunar, ya que no es bueno entrenar con el estómago lleno. mi primera comida suele empezar entre 12 y 13hs, considero que está muy bien, así el cuerpo "gana" su alimento. la cuestión es que no tengo nada de hambre cuando me despierto. así que me levanté un poco antes de lo habitual, a las 7, hice deporte, sauna y fui a desayunar a última hora, a las 10:15, antes de que recojan la comida. siempre lo he hecho así. he estado en 15 hoteles de Mallorca aproximadamente, y en todos me han dicho que puedo coger la comida antes de que la retiren y quedarme a comer tranquilamente, así que con tranquilidad me senté a comer y no me dejaron terminar. primero se me acercó la camarera diciendo que yo no entendía el concepto de cerrar a las 10:30, que a las 10:30 los clientes tienen que abandonar el restaurante ya que los camareros tienen que montar las mesas para el almuerzo. le dije como suele ser en los hoteles y en hostelería en general, donde normalme