Usuario invitado
11 de diciembre de 2023
El punto fuerte es sin duda la magnífica ubicación con vistas al lago y el precio, pero a pesar de la amabilidad del propietario hubo deficiencias imperdonables. Hay radiadores normales en las habitaciones que se apagan por la noche y por la mañana la habitación y el baño están helados porque no hay aire acondicionado. En el baño no hay recirculación ni succión de aire, por lo que se asfixia. Cuando pedimos toallas para la cara, recibimos dos veces la alfombra de ducha blanca que, según el propietario, debería usarse para la cara. En el baño no hay artículos de tocador, ni siquiera pequeños, sino dos jaboneras viejas y usadas. La cama de matrimonio estaba muy mal hecha, tuve que volver a hacerla tres veces durante la noche con tres neumáticos viejos y pesados, absurdo. La sala de desayunos fría por la mañana sin calefacción presenta un buffet pobre y poco limpio, repito es 8 de diciembre con 5 grados afuera y por tanto frío. Habitaciones no insonorizadas, se oye a la gente roncar por la noche. Peor que eso, no sé si sabes a qué me refiero.
Texto originalTraducción facilitada por Google