Hoteles Ibis en París

Tuvimos limitaciones para comunicarnos habida cuenta de que no hablábamos francés pero en general la atención fue cordial. El desplazamiento a pie desde el hotel hacia los alrededores es un poco incómodo porque hay que caminar un buen trecho y dar un rodeo para llegar propiamente a las calles aledañas y porque hay que bajar unas gradas (existe un ascensor pero no se encontraba en funcionamiento los días que nosotros nos hospedamos). La mejor atención la recibimos en el restaurante pero no tenían platillos veganos y la oferta vegetariana era escasa. Al menos nuestra habitación no tenía caja fuerte y para hacer uso de las cajas del hotel había que desplaz**** en compañía de un empleado del hotel hasta uno de los sótanos. Alrededor del hotel existen varios restaurantes y supermercados.

Está un poco lejos del centro de la ciudad, pero es conveniente como base de turismo porque hay una estación de metro cerca. El buffet de desayuno es muy completo y satisfactorio. El aire acondicionado de la habitación era débil. Teniendo en cuenta el precio, en general estoy satisfecho.

Elegí la habitación con vistas a la Torre Eiffel. No me decepcionó. El hotel está situado junto a la estación de metro que tiene parada en algunas de las principales zonas turísticas. La habitación estaba limpia y era de buen tamaño para una pareja. El vestíbulo principal es encantador. Hay un restaurante y servicio de habitaciones disponible.

(+) Es un hotel que está a 250 m de la estación Hôtel Landon y de Gare du Nord, en una zona tranquila y que tiene algún supermercado, cafetería, etc. El personal de recepción no siempre usa la mascarilla. El chec-in es rápido. La habitación tiene lo indispensable, la cama es cómoda, abundantes enchufes. No hay ventana que permita airear la habitación. El baño está bien equipado. Es una buena opción. (-) La wifi es normal, más allá de un correo o redes sociales no sirve. Por dos días no repusieron el jabón del baño, tuve que bajar a recepción, incluso puse una nota antes en la habitación, en lugar visible y no se repuso. En mi habitación, en la 111, en el pasillo por la tarde olía siempre mucho a tabaco.

El hotel es bastante nuevo, bien situado y muy cerca del Metro. Las habitaciones no son grandes y no tienen ningún armario ni cajonera, solo unas estanterías, unas perchas, una pequeña mesa y una silla, eso sí, la cama amplia y cómoda, y todo el mobiliario nuevo. El baño con ducha y minúsculo, pero limpio y suficiente si no eres muy exigente. La entrada del hotel y el comedor muy agradable y acogedor, lleno de plantas naturales. El desayuno muy completo y por 10€ no es caro, teniendo en cuenta los precios de París. El precio nos salió por aprox. 200 € la noche incluidos los desayunos para los dos. No es barato con la referencia de España, pero si comparamos precio/calidad y buena localización en París, tampoco se puede considerar caro.

Después de estar todo el día visitando la ciudad de Paris, mi pareja y yo fuimos al hotel para descansar y coger fuerzas para el siguiente día, al hacer el check-in nos dicen que no pueden cobrarnos nuestra reserva con el contactless del móvil y que la única solución es cancelar la reserva y volverla a hacer al precio actual sin respetar nuestra reserva, tras una hora de reloj discutiendo en inglés e incluso dejándonos de atender para atender otros clientes atendieron nuestra petición de cobrar introduciendo la numeración de tarjeta, increíble, a la mañana siguiente hablamos con la manager que nos despacho en 2 minutos pidiéndonos perdón, os juro que me veía durmiendo en la calle en mi luna de mil con Paris a full y los precios desorbitados. Hemos puesto a la cadena al tanto de como tratan a los clientes en este hotel y aún sin recibir respuesta, no volveremos a reservar con esta cadena JAMÁS.

PROS: - situado en una calle ancha con bastante comercio, - muy bien comunicado con transporte público, - te guardan el equipaje después del check out por si viajas más tarde, - colchones y almohadas muy cómodos, - limpio, aunque 1 día fuimos al hotel después de comer (a las 16h) y aún no habían limpiado. CONTRAS: - la 3ª cama está debajo de la mesa con lo que tienen que quitar esta, dejando los únicos 2 enchufes poco accesibles y sin lugar para apoyar los dispositivos que conectas, - la ventana no cerraba bien y entraba ruido de la calle, los estores no llegaban a cubrir del todo y entraba luz, - el monomando de la ducha no regulaba la temperatura y el agua pasaba de helada a hirviendo (bajamos a decirlo pero no hubo solución, conseguimos que se mantuviese la temperatura abriendo el grifo a la mitad) - desayuno muy básico, poco variado.

El servicio muy cordial. Hemos llamado un par de veces para informaciones generales y siempre nos han resuelto. Hice una sorpresa a mi hermana y les hemos pedido que nos guardara la tarta y un ramo de flores y nos las guardaron el señor Jhon y David. La señora Rabia departamento de desayuno. Muy simpática , amable y profesional. Así como todos los de cocina. Todos los trabajadores han colaborado para que el servicio fuese genial. Muchísimas gracias IBIS. It was AMAZING!!!❤️❤️❤️❤️❤️❤️

La primera noche nos asignaron una de las habitaciones con fuerte olor a pintura y gran olor a disolvente siendo esto insoportable. No nos quisieron cambiar la misma alegando que estaban completo, algo que parecía imposible viendo el tránsito de gente por el hotel y el salón de desayunos a la mañana siguiente. En cualquier caso, y aunque así hubiese sido, no se puede dar habitaciones recién pintadas o recién renovadas pues seguro que por el olor que tuvimos que soportar debía ser hasta tóxico. Estuvimos a punto de abandonar el hotel pero claro. reciente llegados, cansados, casi de noche... como para buscar algo por Paris... Además del tema anterior, que para nosotros era lo principal, la habitación que nos asignaron esa minúscula para dos personas, con camas individuales que parecían de campamento militar, y que nada tenían que ver con las habitaciones de las fotos (se ve que hay un ala del hotel más nueva y otra más vieja recién renovada cuya reforma era un mero lavado de cara. Al día siguiente con una nueva reserva nos dieron otras habitaciones que ya eran algo más aceptables. Solo dejan una toalla de mano y una de lavado por habitación y hasta en tres días debíamos pedirlas en recepción pues éramos dos por habitación y deseamos, como es lógico, cada uno nuestra propia toalla. La limpieza en general parecía buena y el arreglo de la habitaciones aceptable también. El desayuno la verdad que no siendo nada de otro mundo tenía buenos embutidos, buen pan y buena repostería. El café y zumo aceptable también. La sala del desayuno algo triste y debería adornarla un poco o modernizarla pero vaya en general bien. Otro punto negativo fue no permitirnos un check out incluso pagando para poder tener una habitación hasta las 2 o las 3 de la tarde, aunque entiendo que sea política del hotel, podían ofrecer ese servicio previo pago. Por último, dos de las chicas hablaban algo español y aunque no nos solucionaron el problema, al menos fueron amables. La ubicación del hotel cerca del centro a través de varias líneas del metro con parada a unos 4 minutos del hotel y que te dejan en 15 minutos en el centro. Lo de la primera noche fue escandaloso y la verdad que no creo que jugar con la salud de los clientes se lo pueda permitir una marca como IBIS y un establecimiento que opera bajo su marca. Detalles así te hacen pensar en otra marca para futuros viajes internacionales.

Pequeño, limpio y ordenado, con una excelente ubicación, justo al lado de las dos estaciones de metro de Bercy, a sólo 5 minutos de Cour Saint Émilion, y justo afuera de la puerta se respira el agradable ambiente del pueblo de Bercy. Podemos ver el Día Nacional. de Francia desde la ventana de la sala También se puede ver el conjunto de aviones^o^ y la torre de hierro. El bar claro de abajo está abierto hasta las dos. Una vez vivimos al lado y vinimos a este bar claro para tomar una copa.