Villa Luxembourg

Ubicación fantástica. Los principales monumentos a media hora andando. Estaciones de metro, autobús y RER en las cercanías. Muchos restaurantes, comercio y supermercados. El hotel por lo demás está viejo y descuidado. Nos costó 18 horas realizar un check-in decente. La primera habitación que nos asignaron estaba ocupada. Ello ya nos produjo una sensación de inseguridad que mantuvimos durante toda la estancia en el hotel, viendo que cualquiera podía entrar en nuestra habitación por error en la recepción. La segunda habitación que nos asignaron estaba sucia, con la cama usada, las papeleras sin vaciar, la nevera sin funcionar así como el baño en malas condiciones y la caja fuerte bloqueada. El lavabo tenía el tapón encastrado y era imposible levantarlo. La ducha no había forma de desviar el agua a uno u otro sitio; salía agua por el grifo y la alcachofa. Afortunadamente al ser la segunda planta había buena presión de agua. La recepcionista nos confesó que era su primer día y fue la encargada de subir con sábanas limpias y toallas limpias y rehacer la habitación. No supo arreglar el problema de la caja fuerte. Al parecer también era su primer día haciendo una cama. La sensación de inseguridad y mala gestión fue penosa. Tras hora y media sin ver que se resolvía el tema de la caja de seguridad salimos a dar nuestro primer paseo por París; tuvimos que hacerlo con todas las tarjetas de crédito y todo el dinero en efectivo que llevábamos encima. Al día siguiente nos asignaron otra habitación avergonzados del check-in de la víspera. Nos aseguraron que se trataba de una suite con balcón y que “habitualmente estaba limpia” (sic). Por desgracia volvieron a cometer el mismo error. Nos dieron una habitación que estaba ocupada. Creo que sorprendimos a los inquilinos en actitud amorosa. Al bajar a la recepción a la recepcionista le faltó poco para echarse a llorar en vista del desastre. Mientras esperábamos en la habitación a que desalojaran la nueva … al menos tuvo el detalle de traernos algo para desayunar. Visto el desastre de atención al final acabó invitándonos al desayuno durante toda la estancia. Eso hizo que la relación calidad precio mejorara. Teniendo en cuenta que era un precio especial por inicio de temporada, que no habíamos optado por la habitación más barata y no cobrando el desayuno qué ascendía a 19 € por persona y día. No lo hubiéramos pagado porque el desayuno era repetitivo, escaso (reponiendo con cuentagotas lo que iba agotándose…si es que no se agotaba por completo y no había posibilidad de reposición) y de calidad mediocre. No había fruta fresca y los huevos se limitaban a cocidos en un hervidero al uso. Al menos las camas resultaron cómodas. En el check-out por fin dimos con alguien que hablaba español (en la página de Booking era una de las cosas que nos motivó a reservar en este Hotel) y realmente fue maravilloso: en tres minutos resolvimos la cuestión. Como detalle final decir que pudimos dejar las maletas en consigna y aca