miriamcab81
2 de abril de 2024
El hotel es pequeño y muy tranquilo, situado en una zona magnifica de Paris, zona alta con tiendas bonitas y cafeterías como Laduree, en un sitio precioso. Las habitaciones son bonitas y la calidad Meliá se nota: camas grandes y cómodas, sabanas recién planchadas, productos Ritual en el baño.... un lugar muy acogedor y de calidad. Además, el personal habla español y son todo muy amables, el desayuno es pequeño pero de gran calidad y todo está riquísimo. A destacar Elena, que nos atendió en el desayuno los días que estuvimos y fue muy amable con nosotros y simpática con nuestra hija. Personas así marcan la diferencia. Desde el hotel hay un paseo hasta la Torre Eiffel y el Arco del triunfo por lo que se puede ir caminando y es un paseo bonito y tranquilo. Zona tranquila, con el metro al lado, y en la misma calle un Mc Donaldas y un Starbucks. Lo recomiendo y si volvemos a Paris, volveremos a este hotel.