Usuario invitado
12 de enero de 2023
La posada es súper tranquila, ideal para desconectarse, relajarse. La pieza que elegimos, la básica, tenía decoración a tono, mucho blanco, neutro. Balcón con preciosa vista al mar con exuberante vegetación. Monitos en los árboles :) Silencio! Un masaje relajante súper agradable (no incluido). Y cómo no mencionar la playa privada, un lujo exquisito. El desayuno muy abundante, se nota en él mucho esmero. El personal, súper agradable. 4 estrellas porque: faltó jabón tanto en ducha como en lavamanos, secador de pelo, ganchos para colgar toallas y ropa. La ropa de cama estaba húmeda, lo que es súper incómodo [se entiende el medioambiente, pero lo dejo por si se les ocurre una solución]. Muchas gracias, posada Luz! Sanando los detalles mencionados, son un oasis de lujo único!