Usuario invitado
7 de febrero de 2024
Nos encantan Bohol y Alona Beach, y hemos pasado varias vacaciones allí desde nuestra primera visita en 2005, cuando nos alojamos en el encantador hotel Alona Palm Beach, ahora el Henann Resort. Desafortunadamente, los precios del Henann han subido tanto que decidimos probar otro resort más pequeño y económico: elegimos el Pyramid Beach Resort, que ya habíamos visto en anteriores visitas y donde habíamos cenado varias veces a lo largo de los años. Tiene una ubicación maravillosa en Alona Beach y está a solo unos pasos de varios hoteles y restaurantes, lo que lo hace muy práctico. Habíamos reservado una habitación en la planta baja, ya que tengo artritis y me cuesta subir escaleras. La habitación estaba muy bien ubicada en la parte trasera del resort, justo al lado de la piscina, lejos del ruido de los bares vecinos con música en vivo de la parte delantera. La cama era cómoda, el baño estaba bien, el aire acondicionado funcionaba de maravilla y había un pequeño escritorio donde podíamos poner el portátil, pero solo tenía un taburete en lugar de una silla. Al final, trajimos una de las sillas de fuera de la habitación, ya que el taburete no era adecuado. El wifi de la habitación funcionaba bien; no tuvimos ningún problema durante nuestra estancia. Algo extraño fue que en el baño no había agua caliente en el lavabo, solo en la ducha. No es un problema grave, pero se agradece tener agua caliente para afeitarse por la mañana. El único problema con la habitación es que había un montón de hormigas por todas partes, sobre todo en el baño y también cerca de donde están la nevera y la televisión. Era el cumpleaños de mi pareja y había pedido un pastel que nos trajeron en la cena de su cumpleaños, que estaba precioso. Llevamos el pastel a la habitación con ganas de comerlo al día siguiente, pero olvidamos meterlo en la nevera y a la mañana siguiente estaba lleno de hormigas, ¡así que lo tuvimos que tirar directamente a la basura! El personal del hotel nos pareció muy amable y fácil de tratar, en particular las chicas de recepción, que fueron encantadoras, serviciales y eficientes. El hotel debería estar orgulloso de ellas y del servicio que ofrecen a sus huéspedes. Los camareros del restaurante también fueron muy amables, pero lamentablemente arruinaron un poco la tarta sorpresa de cumpleaños de mi pareja, ya que una de las chicas pensó que era para mí y le preguntó a Alvin en tagalo (para que no lo entendiera) cuándo quería que nos la llevaran a la mesa. Cuando trajeron la tarta, fue antes de que hubieran recogido la mesa, así que fui yo quien recogió los platos mientras los cuatro cantaban "Feliz Cumpleaños" para que pudiéramos tomar fotos del corte de la tarta, etc. Deberían haber esperado, recogido todos los platos de la mesa y luego sacado la tarta. En resumen, un servicio amable, pero poco eficiente ni profesional. La principal pega del resort es la piscina, que parece preciosa en la página web, pero al llegar te dicen que tiene 3 metros de profundidad, tal como fue diseñada.
Texto originalTraducción facilitada por Google