Usuario invitado
26 de abril de 2023
El Hotel el general está diseñado con muy buen gusto, las habitaciones y baños son amplios, con decoración moderna, pero sin perder el encanto del edificio antiguo. Detalles como las flores frescas, el original mini bar, la comodidad de las camas, las sales para la tina, etc. hacen que uno se sienta realmente relajado. El hotel está localizado en el corazón de Mallorca, lo que es un plus. El desayuno es bastante especial, delicioso para adultos, pero para los niños y adolescentes no hay muchas opciones disponibles. El SPA se encuentra en remodelación. En cuanto a la limpieza, la habitación de adultos estaba siempre impecable, en la habitación de mis hijos nunca cambiaron los vasos para agua. En cuanto al personal, en su mayoría gente joven, llena de energía, pero considero que les falta más experiencia, tuvimos algunos inconvenientes: al llegar no había personal que nos ayude con las maletas (sabían a la hora que íbamos a llegar, por que pedimos el transfer con el Hotel), nos indicaron que pasáramos al jardín interno para brindarnos una bebida de cortesía, al dirigirnos al jardín estuvimos 15 minutos parados sin que nadie nos dirija a una mesa, hasta que pedimos una, luego de 20 minutos nos tomaron el pedido, y además de las bebidas pedimos un par de cosas para mis hijos, volvieron solo con las cosas de los niños y después de 20 minutos más preguntamos por las bebidas para los adultos, que se habían olvidado, después de esto pedimos la cuenta y nos dijeron que corre como cortesía del hotel, pero en el check out estaba cobrado el monto del valor, al final lo descontaron, pero fue incómodo. La tarjeta de una de las habitaciones dejó de funcionar, por algunas horas, no podían arreglar el inconveniente y el departamento de recepción y mantenimiento no tenían una comunicación eficiente, lo que hizo que perdiéramos algunas horas sin saber que el problema ya se había solucionado, lo que fue un poco molesto. Debo recalcar que el personal de mantenimiento fue siempre cordial y atento con mis hijos. Al final de la estancia nadie nos preguntó cómo fue nuestra estadía, fue un “Gracias y adiós”, nunca tuve una despedida tan fría en un hotel. Aún no nos envían la factura vía mail. El Hotel tiene mucho potencial, el personal también, falta más sonreír y saludar en todas las áreas del Hotel, no solo en el escritorio de recepción (en especial los chicos, las chicas son más carismáticas). Volvería? Si! Pero solo en compañía de adultos.