Usuario invitado
8 de septiembre de 2024
Las habitaciones de las plantas superiores, con amplia terraza frente al mar son un privilegio. Esta vez estuvimos en la quinta planta y otras veces en la sexta y séptima pero siempre con vistas fantásticas. Es el cuarto año que repetimos y siempre nos hemos sentido cómodos y muy bien atendidos. El personal muy amable. El desayuno muy bien y el restaurante siempre en su línea de buena cocina, buen servicio y ambiente acogedor. El baño muy bien y la calidad de los productos de cortesía es muy buena, lo único que en la zona de tocador falta un poco de luz, tendrían que poner una luz adicional para cuando se necesita, como por ejemplo para maquillarte. Cama muy cómoda, armario amplio, caja fuerte correcta y nevera mini bar bien surtida. Nos dieron dos botellas de agua de cortesía, es un detalle. En la terraza solo hay una separación de una pequeña reja muy baja entre una habitación y otra, creo que tendrían que poner algo para resguardar un poco más la intimidad cuando estas en la terraza. La limpieza impecable. La situación perfecta, en primera línea de playa y a dos pasos del casco antiguo y del puerto.