Usuario invitado
31 de octubre de 2023
Quizás teníamos expectativas demasiado altas considerando las críticas y el precio pagado, pero fue una decepción total. A su llegada procedemos con el check-in y nos acompañan a la habitación. Muy bonito, con terraza y ducha exterior, distanciado de los demás para absoluta privacidad. Sin embargo, las buenas noticias terminan aquí. No hay aire acondicionado, hay un ventilador de paletas que de poco sirve a casi cuarenta grados. Así que decidimos ir a refrescarnos a la piscina, pero ésta resulta ser una especie de pantano de un color improbable, que tolera mejor el calor. La cena, tipo buffet a pagar aparte, es especial. Todos comen en la misma mesa, y esto nos gustó porque facilitaba la socialización, y la comida era de calidad media y pobre en variedad. Al regresar a la habitación, la sorpresa fue que decenas de arañas de varios tamaños deambulaban por la habitación, incluida la cama. Comenzamos una cacería de arañas que duró media hora y sólo cuando parecía que no había otras pudimos finalmente irnos a dormir. Al final, a pesar de un entorno muy bonito con vistas a la meseta, la relación calidad-precio era muy pobre, nada barata.
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