Caravela Beach Resort

Le doy una estrella porque hay que poner alguna: Indie Campers no es una empresa honesta. Su trabajo no es bueno, el servicio que da va de malo a nefasto. Nuestra experiencia de este verano no ha sido tan horrorosa como cuentan cientos de usuarios, pero se resume en mal servicio y deshonestidad. Alquilamos una camper van, una furgoneta camperizada, con el seguro medio (no era el Premium, pero tampoco era el básico) y la limpieza posterior al uso. La furgoneta era cutringui, se la veía muy currada, aunque no esperábamos otra cosa, la verdad. Pero casi todo funcionaba mal, o a chapuzas. Pongo entre comillas lo que nos dijo el empleado, que por otra parte era muy majo y servicial: 1. No funcionaba un faro de la matrícula, pero bueno, "con uno vale, ya se ve". 2. De los dos fogones de la cocina solo funcionaba uno. Bueno "al fin y al cabo solo se usa uno porque no hay sitio para poner dos cacerolas a la vez en los dos". Cuando protestamos, nos trajo una cocina de cámping con dos bombonas de las de camping gas. Cuando propusimos otro vehículo, nos dijo que tendríamos que esperar tres horas y que no estaba claro que tuvieran otro. 3. Las cortinas que cerraban las ventanas no se mantenían en su sitio. Una estaba rota, pero es que tenían unas piececitas que se caían todo el tiempo. El muchacho localizó un par y nos las puso, pero "no pasa nada, esto se pone y ya se quedan fijas, da igual". Estas cositas la vimos allí, pero en ruta fuimos pillando unas cuantas más: la cortina del parabrisas no cerraba, la tuvimos que chapucear con una goma del pelo. Las luces de la cama de arriba se apagaron al segundo día. Cuando fuimos a abrir el toldo, una de las barras estaba forzada y arrugaba la tela, con lo que el toldo no cerraba bien y volvimos a chapucear para que se pudiese cerrar, pero no pudimos uar el toldo en todo el viaje. Nos dan una manguera para cargar agua de unos 160 centímetros y sin la pieza necesaria para enchufarla en los grifos, con lo que no llegábamos a ningún grifo de recarga y no podíamos cargar agua salvo que un amable compañero nos prestara su manguera. La puerta lateral no cerraba bien, y cada vez que cerrábamos se medio descolgaba el marco de la mosquitera, así que salíamos por la del copiloto. La limpieza dejaba bastante que desear: un manojo de pelos en la ducha, los bajos del frigo y de los muebles pegajosos. Aparte de esto, no hay un teléfono de asistencia, y el supuesto whattsapp tarda horas en contestar, no es una persona porque da igual lo que tú le digas, te responde lo mismo cada vez, y no parece haber conexión entre ese teléfono y la agencia donde devuelves la caravana. Nada es transparente, la nave de Madrid donde la recogimos no tiene ni rótulo de empresa, un aspecto lamentable, todo parece igual de chapucero y de opaco que todo lo demás. Ahora, eso sí, a la hora de cobrar y de exigir, parece que estás cotratando un servicio de limusinas nivel Kardashian: cobran por todo, nosotros cogimos una bombona de propano por si acaso, s