Usuario invitado
17 de octubre de 2023
Estupendo y precioso hotel histórico, rehabilitado con mucho gusto. Ideal para descansar y desconectar. Habitaciones muy amplias, bonitas, limpias, con buenas vistas y cómodas. Dispone de una zona de terraza fantástica, con unas vistas de ensueño. Desayuno correcto, muy bien atendido. Rodeado de naturaleza y cercano al bonito y animado pueblo de Oñati, muy bien situado para recorrer preciosos parajes y pueblos del interior y no alejado de la costa para visitar la capital y alrededores. Cenamos bien, a la carta, una noche en su restaurante. Como crítica constructiva, nos hubiera gustado disponer de una terraza acristalada o zona para estar, algo más amplia y preparada que la que disponen. Aunque lo normal es salir de ruta, siempre gusta tener un sitio a la vuelta para relajarse, que no sea sólo la habitación, donde poder tomar una copa, leer un libro con esas vistas maravillosas o socializar y compartir momentos, incluso después de la cena. Más, al estar situado en una zona normalmente fría y en ocasiones, lluviosa. Mil gracias a Íñigo, por su amabilidad, por su eficacia y por sus estupendas recomendaciones de la zona. Es, sin duda, el alma del hotel... Lo recomiendo para estancias tranquilas y por supuesto, repetiría.