Usuario invitado
15 de febrero de 2025
Habitación A105 Estancia 18/03/2016 al 24/03/2016 Esta ha sido nuestra primera estancia en el hotel y a continuación haré una crítica sobre cada uno de los aspectos. En general la impresión ha sido muy positiva, aunque hay ciertos aspectos que deben pulir rápidamente. Sí lo recomiendo pero con matices. A tener en cuenta que el día que entramos el hotel abrió sus puertas después de unos meses cerrado por reformas. Fuimos de los primeros clientes en registrarnos. Parte del hotel está cerrado en principio hasta el verano. Para las habitaciones no influye, pero si en la oferta de restaurantes ya que está cerrado el Grill y el Aquarius, el bar Tropicana y el mini golf. RECEPCIÓN. Se les notaba la falta de ritmo y en algún caso desconocimiento de los sistemas. Para hacer el check in, teniendo en cuenta que entramos solos y no había nadie más, fue lento. Al día siguiente de registrarnos fui para pedir la clave de la wifi de las zonas comunes y les costó un buen rato. Otro día fuí a preguntar por qué estaba cerrada la piscina cubierta 1 hora después de su hora prevista de apertura y me marearon tanto, que terminé hablando con la directora y fue ella la que al final llamó para que abrieran la piscina. LIMPIEZA. En principio lo vimos todo muy limpio, tanto habitación, bar, snack, restaurante, como jardines, piscinas, zonas de juegos y comunes. Un muy buen trabajo. SERVICIO DE RESTAURANTE. Como se puede ver en las fotos, la comida estaba bien presentada y la calidad no estaba mal. Por lo demás hay mucha tela que cortar. El restaurante principal repitió mucho, pero mucho las comidas y los primeros días incluso estaba un poco fría. Si quería comer el plato caliente, debías coger la comida que hacían en el momento que consistió básicamente en en filetes de ternera y/o cerdo y de pescado y las eternas pizzas. Sorprendente que era la única zona donde se hacía comida en directo y no había una zona donde preparar pasta al momento como hemos visto en otros hoteles. Para lo que es un buffet libre en los desayunos se hacía escaso. No había una gran variedad de fruta y eso no se debe compensar con fruta en conserva. El último día me encontré que no había tortitas para el desayuno (nunca me había pasado, aunque tampoco es nada grave, se puede vivir sin ellas), pero sí me sorprendió la arisca contestación de los cocineros - hoy no pondremos tortitas -, y mucho menos la del señor de gafas que supuse es el jefe de sala - no todos los días puede haber tortitas. Unos días ponemos tortitas y otros churros-. Es un hotel de 4 estrellas!!! Comer todos los días en el mismo sitio y casi con lo mismo era aburrido. Los mismos fiambres, casi todos los días los mismos quesos, los mismos postres, las mismas carnes, las mismas pizzas. Para las cenas otra vez lo mismo, salvo el día que pusieron un poco de comida mexicana. En las fotos corresponde con los platos “naranjas con florcitas” que están vacíos. El cocinero no era capaz de sacar en la medida de la demanda. Las mismas cenas, don