Qué hotelito tan encantador. Me atrajo reservarlo por las opiniones de otros huéspedes. Como mujer mayor y siempre viaje sola, no me gustan las grandes cadenas hoteleras, así que buscaba específicamente un hotel boutique. En cuanto cruzas la puerta, te espera una gran sonrisa. La única decepción fue que pedí específicamente una habitación con buenas vistas, ya que soy artista y había venido a pintar. Por desgracia, desde la primera planta se veía la calle lateral y las villas vecinas, así que me decepcionó. Sin embargo, caminé hasta Olhos de Água (al menos 20 minutos) y tomé un taxi a Albufera (5 euros) y me llevé mis pinturas. No usé la piscina, ya que parecía estar a la sombra. La cama era increíble, enorme, con buenas almohadas y sábanas. Había hervidor y cafetera, pero no leche. El baño fue un poco decepcionante, ya que el dispensador de gel de ducha estaba roto, así que tuve que usar champú para todo, y en el rollo de papel higiénico extra había excrementos del huésped anterior, ¿quizás? La única sugerencia que tengo sería un espejo de cuerpo entero.
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