AnaSeptiembre1971
8 de septiembre de 2024
La entrada fue un poco desafortunada ya que, llegamos a las 13 h pero, como es de esperar ahora en todos los hoteles (y que hemos normalizado), hasta pasadas las 15 h no tienen la habitación lista. Eso sí, a las 12 h, el día de salida, tienes que dejarla. Hicimos el checking, dejamos las maletas en consigna y fuimos a comer, nos dijeron que nos llamarían cuando tuviesen la habitación pero, después de comer, volvimos a preguntar y ya estaba pero nadie nos había dicho nada. Cuando llegamos a la habitación, vimos que no se correspondía con lo que habíamos reservado y pagado. Reservamos y pagamos, por adelantado con Destinia (algo que no me gusta y ya me quejé por ello), una habitación con vistas a la piscina y nos dieron una que no daba a la piscina. Al ir a decirlo a Recepción, una señorita un poquito maleducada, nos dijo que la habitación con vistas al jardín también se pagaba por lo que la tuve que responder que por la de vista al jardín se pagaba más. Pagamos, como digo, una habitación con vistas a la piscina e indicamos que éramos dos personas discapacitadas y que valoraríamos un plato-ducha en lugar de bañera porque mi marido tiene movilidad reducida. Obviaron que habíamos pagado más por las vistas a la piscina y nos dieron una con vista a un jardín (así eran todas) poniendo por delante el tema del plato ducha cuando para nosotros lo más importante era el tema de las vistas a la piscina. Nos cambiaron la habitación pero teníamos las duchas de la piscina por medio y no es que se viese demasiado dicha piscina. También pedimos cama de matrimonio y una cama aparte para nuestro hijo (no sofá cama). Nos dieron dos camas para nosotros y un sofá cama muuuy incómodo en medio del saloncito que invalidaba a éste. Fuimos con media pensión, la comida muy repetitiva (pollo y el mismo pescado siempre a la plancha), nada más. Muchas ensaladas hechas y para hacértelas tú pero, para mi gusto, poco más. El zumo del desayuno es natural, eso sí. El café también muy bien. La animación bastante floja. La piscina con el agua turbia, llena de arena, los azulejos con moho (las juntas negras) y las rejillas de alrededor igual, con moho/negras. Nos dejaron la habitación un día entero sin hacer. Hormiguitas en la habitación, hasta en la cama se subían. Para ir a la playa hecha bote y merienda porque tienes 15 minutos de andar cargado con todo. La relación calidad-precio en general deja bastante que desear. Te pasas todo el año ahorrando para estas días y luego te llevas un chasco bastante grande.