Usuario invitado
5 de julio de 2022
Situado en el centro de Nordlingen, fácil para ir andando a todas partes y con restaurantes cerca. El parking es público (no del hotel), es cubierto y con acceso directo en ascensor a las plantas del hotel. Me decepcionó que del Monasterio solo quede la fachada. Es el edificio que usan como restaurante y para el buffet de desayunos. Las habitaciones realmente están en un edificio anexo. La habitación es espaciosa y el baño de tamaño suficiente. Las almohadas, malas, muy blandas, como en toda Alemania. El desayuno, bien.