La Belle Esplanade

Me resulta complicadísimo escribir esta reseña, pues no hay nada de que pueda decir que le haga justicia a esta casa, el barrio o sus propietarios. Porque no hay palabras para expresar lo diferente y maravilloso que es alojarse en La Belle Esplanade y poder compartir unos pocos días con Matthew y Melanie. La casa es, posiblemente, una de las más bonitas de toda la ciudad... No es como otros lugares que no son iguales en foto que en directo. Esta casa es, si acaso, mejor aún cuando la ves en directo, pues los colores, los techos altos, cada pequeño detalle de su extravagante decoración... Todo merece la pena ser fotografiado y vivido en directo. Desde que llegas Matthew, con su ácido humor y su elegante vestimenta te hace saber que estás en un lugar distinto, recomendándote desde dónde cenar a dónde tomar una cerveza artesanal o alquilar una bici. Melanie con su sonrisa y sus ganas de agradar es alguien con quien también merece la pena entablar una conversación y dejar que te cuente todo sobre esta maravillosa ciudad. Quizá no es un alojamiento para todo el mundo, porque ellos son especiales ( y así te hacen sentir a ti), se sientan a tu lado en el desayuno y te preguntan dónde vas a ir hoy, siempre tratando de que descubras más de esta ciudad y no sólo la zona más turística. Y menos mal que lo hacen, porque de verdad que NOLA tiene muchísimo más que ofrecer... Y los desayunos, cada día algo distinto, local, delicioso y abundante. Echo de menos empezar el día tomando jambalaya, pastelitos de cangrejo o boudin... Aunque mis arterias lo van a agradecer. Nuestra habitación, Les Fleurs, era muy grande, con los techos más altos que he visto en mi vida. Tiene el encanto de Nueva Orleans, con una decoración y unos colores vivos, una cama comodísima y un saloncito con muebles antiguos (que no viejos) de madera. Y tiene un pequeño balcón, con vistas a la Esplanade, en el que sentarse y ver como la ciudad desfila ante tus ojos, con los majestuosos árboles franqueando la calle y creando una imagen difícil de borrar de tu memoria. Una duda que siempre nos asalta al ir a Nueva Orleans es: "¿Será seguro alojarse en una zona fuera del French Quarter?". Claro que si, si bien es cierto que lo síndices de criminalidad en la ciudad son altos, no vas a ver nada de eso en esta zona. Hay algún vagabundo, pero eso es algo intrínseco a todos los barrios de los Estados Unidos y nunca van a suponer ningún problema. De hecho la zona en la que está situada esta casa es un barrio residencial a 20 minutos del Barrio Francés, pero muchísimo mejor para poder descansar, pues es tranquilo y silencioso por las noches. Este barrio es muy parecido al Distrito Ajardinado y merece una visita, la avenida Esplanade está llena de casas históricas, mansiones y algunos de los mejores lugares dónde comer localmente. Relájate y disfruta del barrio, todo el mundo es amable y te saluda al pasar, con una sonrisa amplia; eso es algo de lo que jamás me cansaré. Alojarse en Nueva Orleans es ca