Usuario invitado
10 de mayo de 2023
La habitación nos resultó un poco chica en comparación con la del Abraham Jerusalén (de la misma cadena), habíamos elegido una habitación superior con baño privado y no tenía espacio de guardado muy mínimo. La cama es muy confortable, el baño es correcto, es probable que no funcionara bien el temporizador para calentar el agua porque se enfriaba enseguida.Es una mansión que tiene 200 años de antiguedad y es una belleza. Es ideal ir con mochilas porque en el hostal hay muchas escaleras y puede resultar cansador. Se puede desayunar afuera,tiene unos silloncitos adorables. El único inconveniente es que en la página web las instrucciones para llegar son ambiguas, dado que decía "Big Central Station" (haciendo referencia al lugar donde había que bajarse del bus para luego ir al hostel. La cuestión es que nos costó mucho comprender que Big Central Station era una parada de bus común y corriente y no una terminal enorme de omnibus. Es fundamental ir con un mapa ya sea en papel o digital porque no solamente Nazaret, sino todas las ciudades y pueblos de Israel, tienen pasajes, calles angostas, tiempo para perderse y calzado cómodo, además de sombrero y mucha agua. El desayuno es abundante, la atención es muy cordial y siempre están dispuestos a ayudarte.