Hotel Banhs de Tredos

Lugar mágico, servicio y atención excelente, cuidado en los destalles y personal estupendo. El lugar donde se encuentra es un entorno precioso y la ruta espectacular … volveremos en cuanto podamos a visitarlos nos ha gustado mucho la experiencia

Fuímos mi hija y yo con dos perritos en junio, el hotel es muy familiar,agradable y tranquilo,la comida excelente,todos muy atentos.Desconectamos totalmente de la rutina diaria y del stres.Volveremos sin duda.

El entorno es precioso. Fuimos a hacer raquetas y al llegar al hotel tomamos algo, pero la atención de la camarera es muy mejorable; veo que hay unos cuantos clientes que opinan lo mismo. Además los baños estaban bastante sucios.

Estuvimos comiendo por aquí tras llegar un día de súper nieve haciendo raquetas y esquí de travesía.. que increíble entorno, encantador restaurante y la comida disfrutada, pues realmente muy buena, me faltó un buen postre pero la rica olla aranesa, el tremendo canelon y la carne a la brasa con buen acompañamiento, calidad, muy muy bien la verdad!

Bueno, que decir, espectacular el trayecto en moto de nieve por la zona para terminar comiendo en el hotel Banhs de Tredos. Con la nieve que este año ha caído el trayecto desde el parking hasta el hotel es una preciosidad. Las explicaciones del guía ayudan mucho y la experiencia de ir en moto de nieve también es muy recomendable. La comida en el hotel muy rica. Nosotros cerramos trayecto en moto y comida a un precio razonable. Mis hijos adolescentes quedaron encantados y nosotros, los padres, más.

Para empezar el trayecto para llegar al hotel con moto de nieve fue ampliado por nuestro guía con lo que disfrutamos el triple: por la noche con los caminos nevados, por el bosque, fue toda una experiencia. El hotel está muy bien, se come también bien y el servicio muy amable y correcto en todo momento. No es barato pero nadie busca eso y los precios son justos. El circuito termal es muy sencillo, disfrutamos en la sauna, la piscina y el jacuzzi, pero creo que le convendría una modernización. La única pega fue el colchón de la cama, impropio de un establecimiento de esa categoría, una parte era dura y la otra demasiado blanda de forma que quedabas encajado en el mismo siendo una aventura el moverse es la cama. A destacar el servicio de masajes, con un excelente profesional que realmente ayudó a mucho a mi mujer. El entorno es fabuloso y permite llevar a cabo todo tipo de actividades relacionadas con la montaña, tanto invernal como en primavera verano. Nos gustaría volver. Para ello deberemos reservar con mucha anticipación pues al tener solo 9 habitaciones no es fácil encontrar fecha para un fin de semana.