Usuario invitado
31 de enero de 2023
Nápoles es una ciudad hermosa pero a la vez en partes es ruidosa y caótica. Después de caminar por sus calles, llegar a este Bed and Breakfast es un remanso de paz y tranquilidad. Arturo ha sabido crear un lugar excelente, donde cada detalle es cuidado al máximo y donde dan ganas de llegar para no salir. La limpieza del lugar es impecable, la habitación, cómoda y elegantemente decorada. El baño amplio y perfectamente preparado para las necesidades diarias. Un capítulo aparte merece el amplio salón común donde se desayuna. El desayuno, variado y abundante permite arrancar el día con una sonrisa. Arturo, el propietario, muy simpático nos esperó al llegar y nos dio todos los consejos para poder disftutar de unos días maravillosos. Volveríamos a elegir este lugar, sisn dudas