Usuario invitado
12 de agosto de 2024
El establecimiento no tiene normas ni vigilancia nocturna, por lo que muchos jóvenes se meten en la piscina, arman jaleo y gritan hasta el amanecer sin ser molestados. Para quienes se alojan en las villas y apartamentos con vistas a la piscina, resulta muy difícil dormir. No hay ropa de cama en la cocina, que está mal equipada. Además, la gestión de las reservas genera algunas dudas. El día antes de llegar, recibimos un correo electrónico de cancelación, a pesar de haber recibido un correo de confirmación al reservar un apartamento con tarjeta de crédito. Tras varias llamadas, nos reasignaron a dos apartamentos más pequeños y, a nuestra llegada, nos informaron que podíamos ocupar el apartamento que habíamos reservado inicialmente, pero el penúltimo día recibimos un mensaje indicando que tendríamos que cambiar de apartamento la última noche. Así que tuvimos que llevar a cinco personas al nuevo apartamento, donde el wifi no funcionaba bien y la terraza no estaba limpia de las colillas que los anteriores ocupantes habían tirado al suelo (una grosería evidente). También quiero señalar que el jacuzzi es más una bañera que un hidromasaje, con poca funcionalidad y baja intensidad. Si no fuera por lo anterior, los apartamentos, la ubicación junto al mar y la puesta de sol serían preciosos. En cualquier caso, si volviera a Mykonos, no me alojaría en este alojamiento.
Texto originalTraducción facilitada por Google