Usuario invitado
27 de agosto de 2023
El hotel es precioso, limpísimo y decorado con un gusto exquisito, todo muy tradicional. Terraza preciosa con vista a las montañas y a los olivos, se respira paz y tranquilidad. La habitación amplia, con aire acondicionado, terraza y muy limpia, camas cómodas. El desayuno excelente, productos caseros y muy buenos. Bonita piscina que se agradece en agosto. La ubicación al lado de las ruinas de Micenas lo hace aún más especial. Sin duda los dueños lo mejor, pareja muy cariñosa y amable, pendientes de nosotros y ayudarnos en todo momento, se nota que disfrutan de su trabajo y disfrutan con sus huéspedes. Seguro que repetiremos algún día.