Usuario invitado
24 de agosto de 2022
Personalmente la estancia en este establecimiento no me ha parecido de mi agrado. La habitación tenía algunos problemas (no había bidé, si usábamos la ducha el baño se inundaba, el extractor del baño no funcionaba, la ventilación no era regulable de forma independiente, pero era necesario llamar a recepción para cualquier cambio), y a nuestro solicitud de cambio de habitación nos dijeron que no podíamos satisfacer esta solicitud, ya que la estructura estaba completamente reservada. La piscina estaba prácticamente inservible porque el agua estaba helada y sucia, problema que también encontraron otros huéspedes del hotel que nos sugirieron ir a la playa porque el agua del mar estaba más cálida en comparación. En mi experiencia los horarios de comida son demasiado ajustados, y sobre todo si la cena cierra a las 21.30, a las 21.20 no te quedará prácticamente nada, lo mismo ocurre con el desayuno que termina a las 9.30 y el almuerzo a las 14.30. La selección ofrecida es limitada y la calidad ofrecida no es la mejor para mi gusto. Informa a todo tu personal que no es agradable recoger el plato casi vacío mientras aún estás comiendo, dale tiempo a los invitados, no hace falta que te quedes ahí parado listo y se lo lleves todo, venimos a relajarnos, no tardes mucho. Date prisa, sobre todo si todavía estamos comiendo.
Los animadores hacen lo mejor que pueden con lo que tienen: voleibol de playa, tenis de mesa, aeróbic acuático, tonificación muscular, por las noches juegos, música, baile; gracias a ellos la estructura es transitable. En general encontré poco mantenimiento y atención al detalle, que no son detalles. No lo recomendaría a menores de 45/50 años, pero en general no lo recomendaría.
Texto originalTraducción facilitada por Google