Usuario invitado
23 de mayo de 2022
El hotel tiene una ubicación idílica en el hermoso lago Czos y tiene acceso directo al lago. Ideal para aquellos huéspedes que quieran pasear por el bien acondicionado sendero junto al río. El centro de la ciudad está a unos 2,5 km y el supermercado grande más cercano está a unos 1,5 km. Las habitaciones son funcionales y están amuebladas de forma sencilla. No hubo quejas sobre la limpieza. Me gustaría destacar la comida, que siempre fue abundante y sabrosa. Desgraciadamente, también hubo impresiones y experiencias menos agradables. En el restaurante y en su personal de servicio había un empleado que nos pareció muy antipático, incluso en ocasiones grosero. La señora en cuestión hablaba muy bien alemán, sin acento, y según mis investigaciones formaba parte del entorno inmediato de la dirección del hotel. La falta de frases típicas de cortesía como “por favor” o “gracias”, así como de un saludo, continuó durante toda la semana. Me gustaría dar otro ejemplo aquí. Durante la cena, frente a mí se encontraba un señor mayor que, debido a limitaciones físicas, evidentemente tenía problemas para alcanzar las cucharas muy bajas. Le ayudé y levanté un poco la bandeja de cubiertos para que le fuera más fácil sacarla. Luego me hablaron de manera abrupta y en un tono áspero. Queremos señalar una vez más expresamente que todos los demás miembros del personal de servicio están exentos de esta crítica. No hubo ninguna queja. Siempre amable, cortés y educado. Por supuesto, no somos los únicos que hemos tenido estas experiencias negativas. Como resultado, una gran parte de nuestro grupo abandonó el “Mazuria” por la noche y prefirió terminar la velada en el hotel vecino, en la hermosa terraza. Por las razones expuestas anteriormente, no puedo recomendar el “Mazuria”. Una buena ubicación no siempre es suficiente…
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