Sol Fuerteventura Jandía - All Suites

Una experiencia desagradable para un hotel de esa categoría. - El todo incluido es un engaño. Está sujeto a horarios y si eres de coner, preparate para las sobras del bufete en mucha ocasiones. - Colas interminables para pedir una consumición ( uno o dos camareros para servir a 100 personas) por la noche. - La comida un suspenso! repetitivas y de poca calidad. Cada día para comer y cenar te encuentras tus hamburguesas y Frankfurt y en el caso que sobre ( siempre) te la suben al bufete de la piscina) tremendo! El tofo INCLUIDO, es falso! Es con limitaciones NO puedes pedir más de una bebida) la piscina cierra a las 18h de la tarde y el bar de la piscina también. -Es un hotel de NO fumadores, no puedes fumar al aire libre. Si lo llegamos a saber no vamos . (te lo encuentras cuando llegas). -Personal muy quemado, contestan al cliente de malas maneras y no empatizan. -En nuestro caso pagamos una habitación con vistas al mar y, nos encontramos un hotel delante que te tapaba toda las vistas al mar. Ya hemos traslado nuestra desagradable aventura a la agencia de viaje para que no recomienden este pésimo hotel. Solo daré un aprobado a las habitaciones, pero no compensa con lo demás. Suspenso con nota !

Hotel bonito, nuevo y muy bien ubicado a 3 min de la playa y a 10 andando del pueblo de Morro Jable. El buffet tiene bastante variedad. Habitaciones amplias y la cama suuuuuper cómoda. Las almohadas te atrapan ( las mejores que he tenido en un hotel). El hotel es muy tranquilo, a pesar de que estaba lleno se respiraba tranquilidad. Y a destacar la amabilidad del personal. Así da gusto viajar.

Hemos repetido en este hotel por la buena experiencia vivida anteriormente, pero lo vivido este año ha dejado mucho que desear. Es entendible que en pleno agosto el hotel esté casi o completo del todo, uno es consciente de ello, pero no es justificación para lo siguiente… Limpieza: Este año la limpieza de la habitación ha sido mala, por no decir malísima. Se nos hace entrega de una habitación, la cual nada más entrar se observa como la mesa de la habitación principal está llena de trocitos de chocolate (un “descuido” lo tiene cualquiera), pero ya lo de mirar la cortina y verla manchada con lo que puede ser un vomito…un hotel de 4 estrellas no puede entregar una habitación en esas condiciones. Se comunica la incidencia y cambian la cortina disculpándose, sin problema. Mención aparte la puerta del baño, había que darle hasta 3 golpes para que cerrara bien. Buffet: un auténtico desastre, especialmente en las cenas. Repleto de gente (es agosto, lo normal), colas interminables para coger comida de la zona de plancha ya que solo había 1 COCINERO en ella. La comida se acaba y no reponían, incluso la comida fría, tardando hasta 25 minutos en reponer un simple bol de atún. La falta de personal y previsión era increíble para un hotel de estas características. Clientes discutiendo en las colas del comedor, colándose…lo nunca visto. Como también el trato de uno de los cocineros que justamente en un servicio de cenas se encontraba en la zona de las pizzas…tirando las mismas de mala manera para colocarlas cuando las sacaba del horno y proporcionado respuestas a los clientes tales como: “sacaré la pizza cuando a mi me dé la gana”. Pregunté por su comportamiento y la respuesta que me dieron fue “es que le queda muy poco para marcharse”… Por otro lado, mención especial para el jefe de cocina Felipe, un crack. Se podía dialogar con él sin problema, hacía todo lo posible para atender pero alegaba que toda esta situación es por la falta de personal. Un hotel de 4 estrellas en pleno agosto sin personal… En resumen, el hotel está bastante bien, las instalaciones son buenas, la ubicación es perfecta, pero la experiencia vivida este año no ha sido buena.