Usuario invitado
9 de diciembre de 2024
Es nuestra primera vez en Morro de São Paulo y buscábamos un lugar tranquilo, con naturaleza y buenos servicios para pasar siete días de nuestra luna de miel. La elección fue muy acertada, con el consejo de Andrés Mazzola de Hiperviajes, Montevideo. Encontramos todo eso, con excelencia, amabilidad y buena disposición del personal, junto a la maravillosa tercera playa y a pocos minutos de caminata de las piscinas naturales que hay donde se encuentran la tercera y la cuarta playa. Desde la recepción ya se empieza a disfrutar con una bienvenida muy amable y servicial. En la tardes, Celeste nos dió muy buenas recomendaciones sobre actividades en el lugar, y resolvió para nosotros varios detalles. Tienen un servicio muy esmerado en el desayuno, con una estación de tapioca y un buffet variados y muy tentadores. El restaurante Azzurro es un lugar bello con balcones a la playa, un menú muy adecuado, una moqueca de pulpo y camarón inolvidable, y la sonrisa y el profesionalismo de Lorena y su equipo. La piscina está muy buena, y anuncian su renovación. Y los jardines... Qué decir! Esmero permanente, colores, flores, pájaros hermosos, yodo muy espacioso y espléndido. Un hotel para volver, un restaurante para visitar aunque estés en otro hotel.