clemer
15 de mayo de 2022
Hemos disfrutado realmente de nuestra estancia de dos noches en Baglio Caruana. Lo escogimos por estar a 1 hora de Selinunte y a media hora de Agrigento, lo que nos permitió explorar los sitios arqueológicos de la costa sur y volver para disfrutar de la tranquilidad de esta finca, que es una maravilla. Estuvimos en una habitación doble con terraza, muy bien decorada en tonos blancos y azules y con muchos detalles: minibar, albornoces... Estaba situada en la primera planta, en una buhardilla con salida a una amplia terraza, desde donde se veían los viñedos de la finca. La habitación no era muy grande, pero suficiente, la cama es grande y cómoda y tiene mesillas con cajones y espacio para colgar la ropa. El baño era muy cómodo, bonito y muy espacioso. El desayuno se servía en el comedor de la finca: muy completo, con queso y embutidos, pan, croissants calientes, bizcochos, yogur y frutas. Benina y Roberto son encantadores; no hablan mucho inglés, pero estuvieron pendientes en todo momento y fueron muy flexibles. Hay una piscina con preciosas vistas, aunque por la época del año no pudimos disfrutarla, y estaban terminando de construir un espacio de jacuzzi y sauna, también con vistas, que hará de la estancia una experiencia aún más relajante.