Usuario invitado
7 de mayo de 2023
La bienvenida es muy cálida. Los propietarios son auténticos profesionales. Disponible, pero discreto. Las habitaciones son espaciosas y cuentan con una pequeña nevera. La ropa de cama es excelente y el tamaño de nuestra cama de 1,60 x 2 m es exactamente adecuado para personas grandes. El aparcamiento está cerrado por la noche, lo cual es tranquilizador, las habitaciones tienen acceso individual. Para personas con perros, es perfecto, un pinar forma parte de la propiedad del hotel y da acceso a una magnífica ruta de senderismo de largo recorrido entre monte bajo, entre viñedos y bosque. La piscina es segura tanto para perros como para niños. El desayuno es perfecto, con buen pan, bollería, fruta, yogur, buenas mermeladas... La cena es estupenda. El cocinero es un auténtico chef, combinando sabores y presentación. Las porciones de carne no son muy grandes, pero sólo que es más sana y ecológica. Las ventanas del hotel tienen doble acristalamiento, están bien aisladas y cada habitación tiene su propio aire acondicionado individual. Para aquellos que prefieran dormir con la ventana abierta, lo mejor es llevar tapones para los oídos si están acostumbrados al silencio absoluto por la noche, ya que el camino no está muy lejos. La situación geográfica del hotel es muy buena, a 15 minutos de Mèze con playa y numerosos restaurantes, de Pézenas con zona peatonal en el casco antiguo y cantidad de tiendas y puestos de artesanos y restaurantes y a pocos minutos de Montagnac con todo lo necesario.
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