Usuario invitado
25 de agosto de 2024
Este hotel tiene un problema de trato con el público, y no soy el único que lo ha sufrido. Teníamos reserva en el restaurante Monki y entramos en el hotel creyendo que por ahi se accede al restaurante. De hecho, no se entra siquiera por la calle en la que se encuentra el hotel, aunque compartan direccion. Mientras preguntaba al recepcionista por el restaurante, a mi esposa de le ocurrió entrar en la sala de estar del hotel, que tenia un aspecto acogedor para ver si le apetecia venir a pasar unos dias en temporada baja. Mientras observaba, sorprendida, un aspirador encima de una mesa a la una y media de la tarde, lo que indica cierta incuria, el recepcionista desde su puesto, situado a algunos metros, le dijo que no podia entrar allí, que estaba reservado para los huéspedes del hotel, porque "no se sabe quien puede entrar". Es ofensivo, no hay otra palabra, sobre todo para alguien que iba a ir a su restaurante. Podia haberse dirigido a mi esposa directamente, sin gritar desde lejos y evitar el comentario despectivo. Tambien, de paso, hubiese visto el aspirador olvidado por el servicio sobre una mesa a la una y media de la tarde Fue tan desagradable que estuvimos a punto de dar media vuelta e irnos a comer a otro sitio. Hacía calor, teníamos hambre y por eso fuimos al restaurante. Lograron remontar la situación, que había comenzado mal.