Usuario invitado
7 de abril de 2024
Excelente hotel en pleno corazón de los Pirineos. Las habitaciones son grandes, sin ruidos y muy cómodas, con excelentes vistas. La atención de los dueños y el servicio te hacen sentir muy cómodo. En relación a las comidas, el desayuno es espectacular, con una gran variedad de productos para elegir (pan, fruta, café, jugos naturales), y el almuerzo y la cena con platos típicos de la zona. Está muy cerca de Camprodón ya pocos kilómetros de Francia. Un lugar para recomendar si quieres tener tranquilidad, aire fresco y recuperar el alma.
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