Usuario invitado
10 de agosto de 2023
He estado en este hotel varias veces, pero esta vez me desanimé un poco, pensé que habría vida nocturna a mediados de agosto, pero solo hubo una cena con baile un sábado y el repertorio del animador era muy tranquilo y viejo. música y se podía ver que la gente quería divertirse. Los colchones son geniales pero la funda hace mucho ruido. Las habitaciones son espaciosas. A pesar de tener gimnasio, no todas las máquinas funcionan. Los ceniceros exteriores sobre las mesas deben limpiarse diariamente. El billar es un pasatiempo agradable. Los camareros son muy lentos a la hora de servir. Durante estos días de estadía la gente no tuvo ningún cuidado, hicieron mucho ruido, a las 3 am gritando a sus hijos, a las 7 am portazos, no hay respeto para quienes quieren descansar. En la piscina, a pesar de decir que estaba prohibido bucear, la gente lo hacía, mojando a los que estaban sentados en las sillas. Pero en general se puede contar con una comida buena y variada. El personal portugués fue muy servicial. Las habitaciones tienen una decoración rústica pero no falta de nada, hay minibar con agua. Hay muchos espacios lindos que no se están aprovechando bien, creo que se necesitaría más recurso humano, pero tanto los azulejos como otros espacios necesitaban un mantenimiento constante. Como fui en mayo me encantó la vida nocturna que me mantuvo en el hotel, tal vez porque había muchos turistas en el autobús, pero esta vez fue de mal desempeño y otras noches tuve que salir del hotel porque dentro de las habitaciones se podían escuchar los gritos de otras personas. Recuerdo que en 2004 hice aquí mi fiesta de último año y hasta había discoteca.
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