frommoonman
18 de septiembre de 2024
Takaragawa Onsen superó todas las expectativas. Al llegar a la estación de Jomokogen, un amable conductor te recibe con un cartel y te lleva cómodamente durante 25 km. Es necesario registrarse con antelación enviando un correo electrónico al hotel. Al entrar, te sientes inmediatamente transportado al pasado: dejas los zapatos, eliges una bata yukata con obi, recibes calcetines y un traje de baño especial y procedes a tu habitación al estilo tradicional japonés (recomiendo esto para experimentar completamente la atmósfera del lugar).
Cuando entras en la habitación, probablemente experimentes un shock, ya que te sientes como si hubieras entrado en una película antigua. Recomiendo una habitación con un pequeño balcón en el edificio principal con vista al río. El check-in es alrededor de las 3:00 p. m. Puedes cambiarte y dirigirte directamente a las aguas termales. Sí, todos hemos estado en saunas, baños de vapor y baños turcos, pero el onsen es diferente a todo lo demás. Es imposible transmitir las emociones. La combinación de agua caliente y cristalina, aire puro, naturaleza circundante, el río caudaloso, el juego de luz sobre las hojas, los aromas y el silencio ofrecen algo nuevo y único.
Hay tres baños públicos en las instalaciones y uno exclusivo para mujeres. Después del baño, dirígete al restaurante para cenar, que ofrece platos locales. Recomiendo pedir la cena y el desayuno con antelación. La comida es muy deliciosa y única. Dormirás en futones, que se colocarán cuidadosamente para ti mientras cenas. Es una experiencia maravillosa y dormirás tan ligero como un niño. Me encantaría volver aquí para experimentar esa felicidad nuevamente. Un día no fue suficiente.
Texto originalTraducción facilitada por Google