Usuario invitado
13 de junio de 2022
Nuestro motivo de viaje fue un congreso, cuya inscripción no era precisamente barata. Algunos de los asistentes se alojaban en el Eolian y otros estábamos repartidos en diferentes hoteles de la ciudad cuyo nivel era bastante diferente entre ellos, habiendo pagado todos lo mismo (el hotel Bussola en nuestro caso). Sin embargo, fue el Eolian el que se encargó de toda la gestión del congreso. Si que me gustaría dejar constancia de lo simpáticas y atentas que fueron algunas de las chicas (Estefania, Laura...), así como el personal de cocina para los lunch y coffee breaks (como Pascuale). Muy al contrario, el director del hotel (Marco) y otra de las empleadas (Rossana) fueron no solo poco profesionales sino también desagradables con nosotras. Llegamos al hotel tras varios aviones y bus (2h y media) y nos lanzaron directamente a engullir como patos en 20min algo de comida que iban sacando en unas fuentes. Seguidamente, nos llevaron a las dos primeras charlas, donde estuvimos hasta bien entrada la noche (22h) antes de llevarnos a nuestros respectivos hoteles. Posteriormente, nos dejaron hacer el check-in del congreso, donde el welcome package se reducía a un test de antígenos. Y de pronto, nos querían hacer pagar por unas excursiones a las que no podíamos ni asistir. Si bien nosotras pudimos negarnos a pagar, otros fueron obligados. Es más, tras expresar nuestra situación, nos trataron con desprecio y malas caras, siendo muy poco empáticos en nuestro estado de no haber dormido durante muchísimas horas. Acto seguido, nos dijeron que igualmente nos cargarian las excursiones a nuestra tarjeta. Eso no fue posible al no contar con nuestros datos bancarios, pero se nos persiguio no una sino dos veces para realizar dicho pago. Primero por whatsapp y luego por e-mail. Sinceramente, no fue agradable que el primer contacto con el hotel y el congreso fuera de este tipo, nos sentimos mal y desde luego no es la bienvenida que se espera ni en un congreso de este tipo ni en un hotel de 4 estrellas. El resto del congreso fue bastante mal organizado, solo salvado por la calidad de las charlas y las chicas maravillosas que ayudaban en todo lo posible. Pero los transfer llegaban tarde y llenos, obligándonos a esperar entre 10-20 minutos, haciéndonos no llegar a tiempo a charlas por las que habíamos pagado. Para dar el colofón final, ni siquiera nos llevaron de vuelta a nuestro hotel tras la conference dinner, de calidad mejorable y que comimos con mucho calor, que también nos estropearon queriendo llevarnos al aeropuerto con 10h de antelación, probablemente por no querer contratar más autobuses. Goza de amplio aparcamiento.