Usuario invitado
1 de diciembre de 2021
Básicamente tuve que escoger entre dos opciones, morir de frío o no dormir toda la noche porque la calefacción suena como una locomotora. La limpieza de la habitación excelente, las camaristas hacen excelente su trabajo con los pocos recursos que tienen disponibles, dos veces hubo toallas rotas en el baño y en general ya se le empieza a notar el exceso de uso al mobiliario y equipo de las habitaciones. El desayuno estaba incluido en la habitación pero es bastante mediocre, además de que el “restaurante” parece no contar con extractores adecuados pues si entras allí, tu ropa olerá a grasa el resto del día; ese olor a fritura te acompañará en la habitación a las 7 AM a pesar de que no hay room service debido a las restricciones sanitarias. Por la noche me percaté de que todo se veía cerrado alrededor y solicité información sobre lugares para cenar; la respuesta fue “pues apenas que se vaya caminando a ver si encuentra algo abierto”, no te sugieren al menos algo de servicio a domicilio ni se esfuerzan por buscar. En la televisión funcionan muy pocos canales, todos pésimos y como la pantalla es antigua, no hay manera de enlazar un dispositivo para compartir algún servicio de televisión por streaming. En general una experiencia muy negativa. Lo peor de todo, el ruido de la calefacción.